Con la pastoral MAGIS ofrecemos a los jóvenes universitarios y profesionales (18-30 años) un modo de mirar la realidad y vivir la vida de un modo diferente: desde ese “más” (MAGIS) que movilizó a San Ignacio.
Se trata de una mirada distinta en las cuatro direcciones cardinales de nuestra vida: hacia adentro (mi propia identidad), al lado (los otros y la comunidad), alrededor (los más débiles y la sociedad) y al horizonte (el futuro y la humanidad). Son las cuatro miradas de un peregrino, de la persona que quiere crecer y avanzar, compartir y transformar la realidad. Una mirada así nos permitirá reconocer a Dios en todas las cosas, personas y circunstancias y nos movilizará con más intensidad, autenticidad, generosidad y esperanza.
Al mirar la vida así uno puede ponerse en camino… y vivir MAGIS, vivir MÁS con DIOS.
¿Quién soy yo? ¿Cómo quiero ser y vivir? ¿Para qué estoy en el mundo? Provocar estas preguntas y ayudar a responderlas es uno de los primeros objetivos de nuestro trabajo con jóvenes. En el momento en que uno comienza a mirar hacia adentro con más profundidad y asume sus cualidades y limitaciones, empieza a descubrir deseos más hondos que le movilizan y comienza una búsqueda que ya no se detendrá…
Es una búsqueda que me lleva a salir fuera: el camino de la historia cotidiana, una historia personal en la que cada decisión me acerca (o aleja) de lo que estoy llamado a ser, y con Jesús (compañero de vida) aprendo a decidir y elegir (discernir, decía San Ignacio) lo que me hace ser más auténtico.
Para SALIR de uno mismo ofrecemos retiros, ejercicios espirituales en la vida cotidiana, reflexión, formación e iniciación y acompañamiento en la oración.
Toda persona es un regalo que refleja el rostro de Dios. Éste es el descubrimiento de una mirada creyente cuando mira a las personas con las que convive y se encuentra. Familia, amigos, compañeros son oportunidades de vivir una vida desde el servicio.
Al compartirla, la vida se desarrolla y multiplica. En la relación con otros, podemos reconocer el Amor de Dios, que nos quiere, nos cuida, nos acompaña, nos orienta y nos sostiene de un modo efectivo y concreto. Y ese camino compartido en la historia es experiencia de comunión, experiencia de Iglesia como pertenencia agradecida y comprometida.
Para COMPARTIR la vida ofrecemos experiencias de convivencia, de grupos, de crear comunidad.
La espiritualidad ignaciana invita a la persona a una mirada hacia el mundo desde los ojos de Dios. Y la mirada de Dios se dirige a los márgenes de los caminos, lejos de portadas ni “trending topics”, para reconocer en las víctimas de nuestro mundo a nuestros hermanos y hermanas. Y su mirada nos interpela…ellos nos llaman y nos esperan.
Servir es un modo de concretar el amor, es fuente de alegría y se puede convertir en aquello que de sentido más hondo a nuestra vida. Todos los talentos y posibilidades que un joven tiene cobran sentido cuando se orientan hacia el servicio y no se guardan para el propio provecho. Además, desde una mirada aún más profunda, uno puede encontrar en ellos a Dios que nos espera, de modo palpable y misterioso.
Para SERVIR ofrecemos experiencias de voluntariado durante el curso o campos de trabajo en verano y promovemos la implicación en movimientos sociales y eclesiales que buscan una sociedad más justa y fraterna.
Nuestros sueños modelan nuestros deseos y esfuerzos. Y los sueños que pasan por el Evangelio van más allá de una cartera de acciones y son más valiosos que una medalla de oro. Al mirar al horizonte, les provocamos a que vean algo más que muros, luces de colores o la pantalla del gadget… Mirar al mundo, a la humanidad, al futuro… y que surjan los sueños de un mundo que sea hogar para todos y una humanidad que trate a todos con la misma dignidad. Mirando al horizonte es posible reconocer también a Dios en la entrega diaria, la confianza apasionada, el compromiso fiel.
“La diferencia entre darlo todo y casi todo es infinita”. Con estas palabras, Marc Vilarassau sj, un compañero jesuita, fallecido joven, reflejaba el “efecto” de esta mirada al horizonte en las pequeñas cosas de la vida cotidiana.
Para SOÑAR ofrecemos experiencias que buscan integrar todas las dimensiones de la vida desde Dios, como el acompañamiento personal, para plantearse opciones que “lo den todo”.
La Pastoral MAGIS es una propuesta de vivir con el signo “+” como marca de un estilo de vida: SALIR más de uno mismo, COMPARTIR más con los otros, SERVIR más a los vulnerables y SOÑAR más con ese horizonte que Jesús nos propone con su Vida.
Se visibiliza a través de una red de centros de pastoral, universidades, parroquias y templos de la Compañía de Jesús, en las principales ciudades de España. Se realiza gracias al esfuerzo y trabajo de muchos voluntarios/as: laicos/as, religiosas y jesuitas, destacando la colaboración estrecha con las Esclavas del Sagrado Corazón, Hijas de Jesús y Religiosas de Jesús-María, las tres, congregaciones de espiritualidad ignaciana.
Esta Pastoral MAGIS se desarrolla en continuidad con la Pastoral juvenil y colegial de los centros educativos de la Compañía de Jesús, dirigida a niños y adolescentes.
Si quieres saber más, echa un vistazo a www.pastoralsj.org, www.rezandovoy.org y www.serjesuita.org o escríbenos a: pastoralmagis@jesuitas.es
