Boletín nº 31 PA Andalucía Oriental. Abril 2025

Palabras del Delegado de la PA

Estimados amigos,

Acabamos este segundo trimestre en el que destacan dos acontecimientos relevantes. El pasado día 2 de febrero tuvimos un encuentro de la plataforma que nos sirvió para pasar un día agradable y conocer más a fondo diferentes iniciativas que se dan en nuestra plataforma.  Todos los presentes valoraron de manera muy positiva el encuentro.

En este trimestre algunos de nosotros hemos seguido participando en el proceso de elaboración del nuevo proyecto de la provincia. Ya estamos en los últimos pasos y se vislumbra un proyecto más inspirador y centrado en unas pocas opciones que nos ayuden a focalizar la misión. En mayo tendremos la asamblea de Loyola donde se dará el empujón definitivo. De nuestra plataforma participaremos algunos jesuitas y laicos.

También en estos meses ha completado el provincial la visita a la plataforma, con su presencia en Málaga y Granada. Creo que ha sido un momento de consolación y ánimo para todos nuestros trabajos.

Como todos los años, les deseo una feliz Semana Santa. Esperemos, como siempre, que además de unos días de descanso, nos ayude a encontrarnos con el Señor Resucitado y con nuestros hermanos, especialmente los más necesitados.

Un saludo,

Pablo Ruiz Lozano sj
Delegado de la Plataforma Apostólica de Andalucía Oriental

POLO EDUCATIVO

Semana Ignaciana en SAFA Alcalá la Real, Jaén

Un año más celebramos junto con los demás colegios de EDUCSI, la semana ignaciana y de identidad SAFA, del 10 al 14 de marzo. No nos acompañó mucho el tiempo meteorológico, excursiones y senderismos se tuvieron que aplazar, pero bendita lluvia.

De entre las muchas actividades que se hicieron como manualidades diversas, entrega de las pulseras de líneas de fuerza desde primero de primaria en adelante, vídeos sobre la vida de San Ignacio, mercadillo solidario pro Entreculturas llevado por la RSJ, mural “jesuitas por Europa”, intercambios de alumnos a Francia y Alemania, marionetas de la vida de San Ignacio, pausa ignaciana, oraciones especiales, exposición de los santos jesuitas, taller de primeros auxilios y de mecánica rápida, Quizziz del papa Francisco, en el que el grupo de 2º FPB-SA quedó primero, gracias a la ayuda inestimable de su tutora Ana Isabel Vázquez, quiero resaltar el espacio verde que tuvimos para toda la comunidad educativa,  con el jesuita Jaime Flaquer de la Comunidad del Sagrado Corazón de Granada.

A lo largo de la tarde del lunes , nos fue guiando para hacernos conscientes de las llamadas que Jesús nos hace a diario en nuestra labor docente, familiar y social. Fue especial el escucharnos como compañeros en un clima de cariño y de confianza. Terminamos el momento de parada, escucha, oración y encuentro en el comedor de nuestra Escuela Hogar con un café. Agradecemos nuevamente desde estas líneas su presencia en nuestro colegio en esa tarde tan poco propicia.

POLO UNIVERSITARIO

La Facultad de teología de Granada celebra su “fiesta mayor”

La Universidad Loyola determinó cuando fue fundada que su “fiesta mayor” sería el día del aniversario de la canonización de san Ignacio, el 12 de marzo de 1622. Aquel día fue especialmente significativo para la iglesia española puesto que fueron canonizados, junto a san Ignacio, san Francisco Javier, santa Teresa, san Isidro Labrador, y el italiano, san Felipe Neri.

Dado que la fiesta de san Ignacio siempre cae en medio de las vacaciones de verano, el 31 de julio, y la Universidad Loyola quiere reafirmar y potenciar su identidad ignaciana, se escogió el 12 de marzo como fiesta central de la universidad. Para asegurar la presencia de alumnos y profesores, después de unas horas de clase se celebra una eucaristía en cada campus y después se organizan diversas actividades lúdicas. A este día se le llama “Día azul”, que es el color corporativo de la Loyola. En el caso de teología, después de la eucaristía presidida por Antonio Navas y animada con cantos por un grupo de música de alumnos, nos vestimos todos de azul, compartimos la comida y nos dinamizamos con un torneo de ping pong y con música bailable en el vestíbulo de entrada. Además, los bibliotecarios organizaron un divertidísimo juego Pasa-palabra con temática teológica. ¡El Reino de Dios avanza también jugando!

Cultura vocacional en la Universidad Loyola

En el marco de la Semana Ignaciana, la Universidad Loyola ha acogido la Jornada de Cultura Vocacional, con el propósito de celebrar cómo concebimos la universidad desde el punto de vista ignaciano. 

Una jornada con el fin de fomentar la reflexión, el discernimiento y el desarrollo integral de la comunidad universitaria en relación con sus vocaciones personales y profesionales.  

Dentro de las actividades del día, hemos celebrado la conferencia “Descubrir tu lugar en el mundo, vivir la vocación” con José María Rodríguez Olaizola Sj

Para José María, definir la vocación es a través de preguntas importantes. “Todos tenemos un lugar en el mundo, eso es la vocación, mi vida importa tanto que me la puedo tomar en serio y hay un proyecto y llamada para encontrarlo”.  Por ello, nos cuenta que tenemos que encontrar la “llamada” porque “muchas dimensiones en la vida son vocacionales”.

Todo tiene su sentido y valor, solo tenemos un tiempo limitado; “solo tenemos una vida. Tenemos que elegir como vivir, la idea de vocación aporta la misión a nuestra vida, mi vida importa por cómo la viva”. Según el planteamiento cristiano, la vocación es la manera concreta en la que en tú vida haces real el evangelio. Cada persona sabe que es aquello con lo que vibra y a lo que le dedica su pasión. 

“Llamada” es la traducción concreta de vocación, “alguien o algo que te llama”. Ahí empieza el camino de búsqueda, “qué nos llama a nosotros a la vida, dónde vamos a descubrir esta llamada, cómo puedo saberlo… en todas estas cuestiones se pone en juego la vida. Encontrar la vocación no surge de una revelación, “normalmente se nos muestra en nuestro lenguaje y en la realidad que conocemos cada uno de nosotros”.  Vocación es aterrizar los grandes deseos, “si compite voluntad y deseo, gana el deseo”. Aun así, es un peligro ser puros animales de deseo, lo que quiere decir es que hay que aprender a desear bien porque el deseo nos define, “somos seres que deseamos, desde lo más fisiológico hasta lo más trascendental”, deseos que apuntan a muchos estadios diferentes de la vida.

“Creo que vivimos una época en la que los deseos son excesivamente egocéntricos, materiales o hedonistas, está bien disfrutar de la vida, pero convertir el deseo en el gran objetivo es muy pobre y no es muy alcanzable, además son muy a corto plazo. Hay que saber cuándo ponerle nombre y llamarles a las cosas por como son; hay que saber educar el deseo, cuando es de verdad una aspiración por hacer el bien o por quedar bien”

Los grandes deseos a veces están muy ligados con la edad, con la juventud de las personas. Hay una época en la que todas las personas en la vida, en algún momento, tenemos que preguntarnos qué es lo que queremos y qué aspiramos, “todo ese deseo necesita aterrizarse, no es tan inmediato”. Hay que ser capaces de jerarquizar el deseo y saber a cuál consagras tu vida, puede haber grandes deseos, todos reales, pero hay que concretar. “La vocación se marca por el compromiso y esto implica renuncias”. 

Para Olaizola, la vocación es encontrar lo que te define, volver a la eterna pregunta quién soy, sabiendo que, en esa respuesta, se conjugan los elementos que tienen que ver con tu vocación. “Tus datos biográficos, tus relaciones y tu actitud con la realidad. La vocación tiene que ver con aquello con lo que te sientes protagonista, no con lo que te sientes espectador”.  Vocación también es saber elegir lo bueno, “la vocación pasa por tu libertad, la decisión la tienes que tomar tú, te implica elegir. Libertad no es hacer siempre lo que quieres, no es tener todas las opciones abiertas, libertad es saber que es bueno para ti y poder elegirlo”.

Pero ¿qué es lo bueno? Encontrar que es lo bueno para nosotros, desde la fe, es descubrir la manera de ser imagen de Dios. Desde otra mirada, es ser en definitiva y convertirte en buena persona. Esta bondad existencial tiene diferentes ingredientes: tener relaciones profundas y constructivas, darle un sentido de a dónde voy y a qué, motivos. “Es importante tener motivos nobles que te defiendan y te ayuden a avanzar en tu propósito y para tu plenitud. La claridad sobre los motivos que tienes es también vocación”.  

Otro punto es elegir lo bueno, es echar raíces, es radical porque va en contra de lo actual. “Lo bueno sirve al bien común. Es bueno porque aporta, ayuda y construye, es una experiencia de servicio al bien común”.  

“Hay etapas dentro de una vocación. La vocación no es un momento, es una historia de cambio”

Hay que educar para vivir en la vocación, y esta educación tiene a su vez, otros elementos: apertura al mundo con responsabilidad sin que sea neutra, tener conocimiento personal porque muchas veces tu vocación no es lo que quieres es lo que puedes y sabes. El tercer elemento es saber responder a la pregunta “cuál es mi lugar en el mundo” porque a veces descubrimos la vocación cuando ya estamos en ella y, por último, la lucidez para tomar buenas decisiones en el momento oportuno. 

Para concluir, José María Rodríguez Olaizola concluye afirmando que “la vocación es la forma concreta en la que cada uno encontramos en hacer amor, por nuestra realidad, por nosotros mismos, por los otros, por conocer, y desde la fe, amor a Dios”. 

Judaísmo, cristianismo e islam dialogan sobre espiritualidad y salud en la Universidad Loyola

La Fundación Tres Culturas del Mediterráneo y la Universidad Loyola organizan una mesa redonda con expertos de las tres confesiones para reflexionar sobre la conexión entre la religión y el bienestar. Este encuentro marca el inicio de una estrecha colaboración entre ambas instituciones para favorecer e impulsar el diálogo, el entendimiento y la transmisión del conocimiento.

Durante la jornada «Religión y salud en las tradiciones cristiana, judía y musulmana», se ha abordado cómo el cristianismo, el judaísmo y el islam han integrado valores de cuidado personal, apoyo comunitario y principios éticos que continúan influyendo en la visión contemporánea de la salud.

Con este encuentro, ambas entidades han buscado reflexionar sobre la conexión entre la espiritualidad y el bienestar en sus diversas dimensiones. Se trata, por tanto, del primer encuentro que organizan de manera conjunta y marca el inicio de una estrecha colaboración entre ambas para favorecer e impulsar el diálogo, el entendimiento y la transmisión del conocimiento.

Fabio Gómez-Estern, rector de la Universidad Loyola ha explicado que este encuentro “simboliza el compromiso de la Universidad Loyola y la Fundación Tres Culturas del Mediterráneo con el diálogo interreligioso, la comprensión mutua y la búsqueda del bien común a través de nuestras diversas tradiciones”.

Lorena García de Izarra, directora gerente de la Fundación Tres Culturas del Mediterráneo ha querido destacar la estrecha relación y los puntos en común con la universidad jesuita, los que han llevado a la celebración de este encuentro: “Tanto la Universidad Loyola como la Fundación Tres Culturas del Mediterráneo buscamos el respeto, conocimiento y promoción del diálogo intercultural. Hoy hablamos de medicina, pero tenemos mucho más en común. Por eso, espero que podemos volver a vernos y promover más por este diálogo intercultural e interreligioso”.

Un espacio para la reflexión, el diálogo y el entendimiento mutuo.

En la mesa redonda, moderada por Jaime Flaquer, director de la Cátedra Andaluza para el Diálogo de Religiones (CANDIR) de la Universidad Loyola, los ponentes analizaron el papel de la fe y los rituales en el bienestar físico y emocional, así como su relevancia en un mundo donde la medicina y la espiritualidad pueden complementarse.

A la primera pregunta, qué importancia tiene el cuerpo y el cuidado de este en cada una de las tres religiones, Robert Stern, formado en enfermería por el Hospital Martin Luther de Berlín y graduado en Odontología por la Universidad de Medicina y Farmacéutica de Bucarest, ha destacado que el cuerpo es un regalo que Dios da al ser humano al momento de nacer. “Cuidar al cuerpo y la salud hasta que volvamos a entregarlo a Dios. En el judaísmo, el cuerpo es la interfaz entre la expresión del alma y la realidad física. Hay una interdependencia entre el cuerpo y el alma”.

El experto ha destacado por su profundo compromiso con la comunidad y la promoción del diálogo intercultural. Fue presidente de la Comunidad Judía de Torremolinos entre 2007 y 2010, y en 2009 fundó la primera asociación médica judía de España, Asociación Rambam, y, desde 2012, lidera además la Asociación Amigos Españoles del Hospital Rambam de Haifa, fortaleciendo la cooperación sanitaria y humanitaria entre España e Israel.

Por su parte, Taoufik Cheddadi El Harrak, investigador en Ciencias Islámicas y Sociales, ha destacado que la salud forma parte de uno de los objetivos del islam. “Los objetivos del islam contemplan la vida como sagrada y si no hay salud no hay vida. Estos se completan con el intelecto, los bienes y la familia”. En cuanto a cómo cuidar el cuerpo, el investigador reconoce que “el cuerpo en el islam es propiedad de Dios y debemos cuidarlo de la mejor manera posible”.

Francisco Alarcos, director de la Cátedra Andaluza de Bioética de la Universidad Loyola, considera que el tema del cuerpo genera muchos problemas a nivel de salud. “Para la religión católica yo soy más que mi cuerpo. El cuerpo es considerado una estructura de acogida del ser”.

Una vez planteado este aspecto, los ponentes han querido reflexionar sobre las prohibiciones y obligaciones en el ámbito de la salud en sus respectivas religiones.En el islam, la salud es sumamente importante y las prohibiciones se configuran para no perjudicar nunca al cuerpo, a la mente y el espíritu. Taoufik Cheddadi El Harrak ha explicado que cuerpo, mente y espíritu forman la salud, sin posibilidad de separación entre ellas. “El médico debe tener en cuenta las tres partes. En el islam hay prohibiciones sí, pero son aspectos que perjudican al cuerpo, a la mente y al espíritu, tanto a nivel individual, de familia y de comunidad. No solo no podemos hacernos daños a nosotros mismos, sino que tampoco podemos hacerlo al medio ambiente, a la cultura o a las familias”.

Robert Stern ha recordado que en el judaísmo nunca se va a poner en peligro la vida, ya que tiene un valor absoluto. “En la religión judía uno debe vivir con La Torá. Todas las prohibiciones se pueden saltar cuando se pone en peligro la vida y la salud salvo, las relaciones sexuales ilícitas, el asesinato, y la idolatría”.

El director de la Cátedra Andaluza de Bioética ha reconocido que “la vida para un cristiano no es ni un valor absoluto ni relativo, es universal. Exige respeto, protección y cuidado”. Para finalizar, los tres ponentes han querido enfatizar la necesidad deentablar un diálogo común entre autoridades, representantes institucionales y religiosos en temas sanitarios. Para los tres es necesario establecer cauces de colaboración para llegar a un entendimiento mutuo basado en el respeto por las creencias ante temas como la salud, el bienestar y la vida.

El pensamiento cristiano e islámico como vía para el diálogo y la convivencia interreligiosa

Almudena Soler Sanchez, estudiante del Programa de doctorado en Teología en la Universidad Loyola ha defendido su tesis y ha obtenido una calificación de sobresaliente Cum Laude.

El trabajo defendido en la Faculta de Teología en Granada de la Universidad Loyola ha mostrado una serie de estudios comparativos encaminados al establecimiento de vías de diálogo entre los diferentes agentes y realidades que posibiliten la colaboración de todos los ciudadanos en la construcción de sociedades en las que todo ser humano puede desarrollarse plenamente como tal.

La investigación que ha realizado la doctoranda en los últimos años en cuatro capítulos ha tenido como objetivo la realización del estudio teológico de la ciudadanía emanadas de los pensamientos católico e islámico, un estudio del pensamiento político en torno a las nuevas comprensiones de la ciudadanía, y, por último, el estudio comparativo de ambas tradiciones religiosas.

Todo ello con el objetivo de encontrar una serie de elementos y aprendizajes que permitan continuar avanzando en un diálogo islamocristiano anclado en la comprensión del ser humano como miembro de una comunidad política.

La pluralidad que caracteriza las sociedades mundiales actuales supone un desafío para determinadas instituciones que, como es el caso de la ciudadanía, se han configurado a lo largo de la historia en contextos sociopolíticos muy diversos al presente. La identificación plena de los conceptos de nación, ciudadanía y estado comienza a ser discutida a causa tanto de la diversidad propia de las poblaciones presentes en cada territorio estatal como de las interrelaciones transnacionales que superan las fronteras del Estado.

Como elemento clave de esta pluralidad, la diversidad religiosa ha de ser reconocida como una profunda fuente de desavenencias y conflictos. La pertenencia a una comunidad religiosa distinta a la mayoritariamente presente en el Estado en el que se reside conlleva, en no pocas ocasiones, grandes dificultades para sus miembros, privados de sus derechos fundamentales o de los derechos y deberes que disfrutan quienes profesan la religión mayoritaria.

“La importancia del estudio del individuo político y la necesidad de continuar apostando y trabajando por el diálogo teológico, abierto y humilde que nos permita seguir avanzando en sociedades más humanas.”.

Para realizar el estudio, la doctoranda ha contado con la amplitud de recursos bibliográficos de la biblioteca de la Facultad de Teología de la Universidad Loyola, una biblioteca especializada que posee innumerables recursos que han facilitado a la investigadora aunar la mayor parte de diversidad de estudios posibles. Además, la doctoranda ha realizado dos estancias gracias al apoyo de la Escuela de Doctorado de la Universidad Loyola y financiadas por el programa Erasmus+ en el Trinity College en Dublín, Irlanda y en la Universidad de San José de Beirut en el Líbano.

La tesis ha sido realizada bajo la dirección del doctor Gonzalo Villagrán Medina SJ y el doctor Jaime Flaquer García SJ. La tutorización ha estado a cargo de la profesora doctora Miren Junkal Guevara Llaguno. El Tribunal ha estado presidido por el profesor Juan Antonio Macias Amoretti, el profesor Ildefonso Camacho Laraña y la profesora Mª del Carmen Márquez Beunza. Almudena Soler es religiosa de Jesús-María, licenciada en Administración y Dirección de Empresas, Bachiller en Teología en la Facultad de teología de Granada y Máster en Teología, especialidad Diálogo con las culturas contemporáneas, en l’Université Catholique de Lyon. A partir de ahora continuará en la búsqueda por modelos más específicos de teología comparativa y de la inclusión de la cuestión de género dentro de los estudios de ciudadanía como un complemento al campo de estudio. La ciudadanía es una institución que va en evolución, por lo que ya doctora señaló: “La importancia del estudio del individuo político y la necesidad de continuar apostando y trabajando por el diálogo teológico, abierto y humilde que nos permita seguir avanzando en sociedades más humanas”.

POLO PASTORAL

Haciendo camino con los creyentes LGTB, CVX Granada

El pasado 27 de marzo de 2025, la Comunidad de Vida Cristiana en Granada organizó una charla titulada «Haciendo camino con los creyentes LGBT» en el Centro Suárez. El evento se centró en la inclusión y el acompañamiento de las personas LGBT en el contexto de la pastoral, un tema de gran relevancia y sensibilidad en la sociedad actual.

La charla contó con la participación de dos ponentes destacados: Don Cristóbal J. Rodríguez Hernández y Don Gabriele Davali. Don Cristóbal, Doctor en Teología Espiritual, compartió su amplia experiencia en el acompañamiento espiritual de personas LGBT y su investigación sobre la presencia de creyentes LGBT en la Iglesia. Don Gabriele, Director de la Delegación de Familia de la Diócesis de Bolonia, aportó su perspectiva sobre el trabajo realizado en su diócesis, que se distingue por su pastoral oficial para personas LGBT y padres con hijos LGBT.

Ambos ponentes ofrecieron una visión integral del acompañamiento a personas LGBT, abordando los desafíos, las estrategias efectivas y las necesidades específicas de este colectivo. Sus palabras resaltaron la importancia de construir puentes de diálogo y comprensión, y de promover una Iglesia que sea casa de puertas abiertas para todos.

La charla se enmarcó en el contexto del magisterio del Papa Francisco, quien ha insistido en la importancia de la acogida, el respeto y el acompañamiento a todas las personas, sin exclusión. Su llamado a superar los prejuicios y a buscar caminos de integración resonó a lo largo del evento.

El público mostró un gran interés en las presentaciones y participó activamente en el diálogo posterior, planteando preguntas y compartiendo sus propias experiencias. El clima de respeto y apertura favoreció un intercambio enriquecedor y constructivo. En resumen, la charla «Haciendo camino con los creyentes LGBT» fue un evento significativo que contribuyó a la reflexión sobre la inclusión y el acompañamiento de las personas LGBT en la Iglesia. Las valiosas aportaciones de los ponentes y el interés del público permitieron soñar por la construcción de una comunidad eclesial más acogedora y comprensiva.

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